Como buenos seguidores de Elvis, El Bis y Los Preslis no podían jugar a otro número.
Suerte para todos.
En 1997 me regalaron la caja de este contrabajo y casi un año después termine de tallar el mástil, la pala, el puente, el golpeador, y la cejilla. 13 años después, mi gata Tutifruti lo tiró y he tenido que reconstruirlo, Después de aquel año de trabajo no lo iba a tirar a la basura... No, no os preocupéis mi gata Tutifruti sigue viva, y es que es la consentida de la casa.